Terapia de conducto radicular

Terapia de conducto radicular

La terapia de conducto, también conocida como tratamiento de endodoncia, es un procedimiento que se utiliza para salvar un diente que se ha infectado o ha sufrido graves caries. Durante el procedimiento, el dentista extrae la pulpa infectada o dañada del interior del diente, limpia y desinfecta los conductos radiculares y luego llena y sella el espacio para evitar una mayor infección.


La terapia de conducto suele ser necesaria cuando la pulpa dentro del diente se inflama o se infecta debido a una caries profunda, un diente roto o un traumatismo. Los síntomas de una infección pulpar pueden incluir dolor de muelas intenso, sensibilidad al calor o al frío, hinchazón o un grano en las encías.

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ahorro de dientes

Uno de los principales beneficios de la terapia de conducto es que permite salvar el diente afectado. En lugar de extraer el diente, lo que puede ser doloroso y causar problemas adicionales, la terapia de conducto elimina la infección y restaura la salud del diente.

Alivio del dolor

Los síntomas de una infección pulpar, como dolor intenso, sensibilidad al calor o al frío, hinchazón o un grano en las encías, pueden ser extremadamente incómodos y debilitantes. La terapia de conducto alivia el dolor eliminando la fuente de la infección y restaurando la salud del diente.

Previniendo complicaciones

Dejar una infección pulpar sin tratar puede provocar complicaciones más graves, como abscesos dentales, infecciones generalizadas o pérdida de dientes. La terapia de conducto previene estas complicaciones eliminando la infección y sellando el diente para prevenir futuras infecciones.

Tratamientos realizados

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